sábado, 31 de marzo de 2012



Ciclos del Alma

Karma:
Es la ley de causa y efecto aplicada a las acciones mentales, morales y físicas. El ego nos apega y nos identifica con objetos, sentimientos y pensamientos. Estos apegos crean una predisposición hacia ciertas líneas de acción. En lugar de actuar, reaccionamos. Los karmas son las condiciones requeridas para equilibrar o completar estas tendencias.

Dharma:
Es el camino de la vida por encima de la rueda del karma, alineado con nuestra alma y destino, y en el que todas nuestras acciones están dirigidas hacia el infinito. Es acción sin reacción o karma.

La Reencarnación:
Es el ciclo de nacimiento y muerte incitado por el karma. Nuestros pensamientos y acciones crean causas que deben ser completadas, lo cual crea nuestra siguiente encarnación.

La Liberación:
Es la emancipación del ciclo de nacimiento y muerte. Cuando nuestras acciones ya no crean karma, cuando vivimos en el dharma en lugar del karma, se dice que somos liberados.

Cada causa tiene su efecto. El efecto nunca puede suceder sin una causa, las consecuencias nunca sucederán sin una secuencia. Si una persona puede ser lo suficientemente consciente para reconocer la tendencia de las secuencias, puede controlar las consecuencias.










viernes, 2 de marzo de 2012



Pranayama: respiración lunar


Es importante tener en cuenta el poder de la respiración y saber que adquirir maestría sobre la misma es fundamental para mejorar tu calidad de vida.
Se llama Pranayama a la ciencia de la respiración, el control del movimiento del prana (fuerza vital) por medio del uso de técnicas de respiración.

A pesar de que la respiración es un acto involuntario, también podemos hacer de ella un acto consciente y utilizarla en determinadas ocasiones para obtener beneficios sobre nuestra salud física y mental.

Existen varias técnicas respiratorias, esta vez nos centraremos  en una, la respiración por la fosa nasal izquierda o respiración lunar.
A través del mecanismo de cerrar una de las fosas nasales tenemos una amplia gama de posibilidades para controlar nuestra energía y estados de ánimo.

Primero vamos a ver cómo se relaciona la respiración lunar con los hemisferios del cerebro y sus funciones.

Hemisferio cerebral derecho
El cerebro está constituido por dos hemisferios, el izquierdo y el derecho, separados entre sí pero unidos por una estructura denominada cuerpo calloso que los conecta. Cada uno de los hemisferios cerebrales está especializado en funciones diferentes, cada mitad tiene su propia forma de conocimiento, su propia manera de percibir la realidad externa, incluso podríamos decir que poseen su propia personalidad, siendo ambas mitades complementarias una de la otra.
Además, la relación entre los dos hemisferios y el resto del cuerpo es inversa. Así, el hemisferio derecho se encarga de coordinar el movimiento de la parte izquierda de nuestro cuerpo, y el hemisferio izquierdo coordina la parte derecha.




Cualidades del hemisferio derecho del cerebro Cuando respiramos sólo por la fosa nasal izquierda estamos afectando al hemisferio derecho del cerebro el cual está especializado en sensaciones, sentimientos, y habilidades especiales, visuales y sonoras como las artísticas y musicales. Se encarga de la intuición, de la imaginación y de la creatividad. También de la orientación en el espacio. Este hemisferio nos conecta con el todo, con el universo.



Respiración lunar
Además, la respiración por la fosa nasal izquierda está asociada con la energía lunar que es refrescante y receptiva. Es una respiración que calma, crea empatía y sensibilidad, introduce la energía que expande la mente, la energía relajante y tranquilizadora de la luna. Está relacionada con el Ida, uno de los canales por los que fluye el prana y que es fundamental para el despertar de la kundalini.

Como ves, la respiración lunar te puede traer muchos beneficios, ¡ahora sólo te queda ponerla en práctica!.
Busca un lugar tranquilo, siéntate en una postura cómoda con la columna erguida. Cierra los ojos y lleva tu atención al tercer ojo, el punto situado entre las cejas. Coloca el dedo pulgar de tu mano derecha en el orificio nasal derecho, taponándolo por completo. Comienza una respiración lenta y profunda por la fosa nasal izquierda sin perder la concentración y sintiendo los cambios sutiles que comienzan a producirse en tu interior.
Continúa durante 2 ó 3 minutos como mínimo. Intenta aumentar cada día un poco más el tiempo. Si te apetece, puedes escribir una especie de diario en el que anotes tus sensaciones después de realizar este ejercicio. Será una meditación estupenda.

Kundalini Yoga en Primavera

El Equinoccio de primavera representa el despertar de la tierra después del reposo invernal. Un renacimiento que nos recarga de vitalidad.  ...