sábado, 26 de abril de 2014


Prana y sus vayus

El Prana hace referencia a lo vital. Es la fuerza de las cosas vivas y la energía vital en el proceso natural del Universo. Es la energía cósmica primaria. Todos los sentimientos o energías que aparecen o fluyen en el cuerpo pueden ser interpretados como una evidencia de que el Prana está ahí, ya que es lo que distingue a un cuerpo vivo de uno muerto.

En el Universo todo es una manifestación de Prana: el calor, la luz, la gravedad, el magnetismo, el vigor, la vitalidad, el pensamiento, las emociones, el Alma, el Espíritu… Podemos decir, que Prana es la suma total de todas las energías contenidas en el Universo y se manifiesta donde quiera que haya movimiento.

El Prana se conduce a través del aire ("pavan", en sánscrito, que significa "el que lleva el prana"), y se capta a través de la respiración, al igual que mediante la alimentación, el descanso y el sueño. El Prana existe en los alimentos, en el aire en la luz solar, pero no es ni el oxígeno, ni las vitaminas ni el calor. Es la energía en el cuerpo denso, en el cuerpo físico que se alimenta de oxígeno. Prana es la vida. Para entender el Prana, hay que diferenciar entre Vida y Conciencia. La Vida es un vehículo mediante el cual se manifiesta la Conciencia y el Prana es la fuerza energizante de la vida. Cuando la Vida se detiene, la Conciencia no.

Prana es el principio de vida y con la muerte emerge del cuerpo recoge toda la energía vital del cuerpo y sale, dejando un cadáver sin vida detrás. Durante nuestra vida habita en nuestro cuerpo y constituye un cuerpo de energía que penetra en el cuerpo físico incluso dónde el aire no puede penetrar. El Prana es el verdadero alimento y sin él no es posible la vida.

Para entender la actividad del Prana en el cuerpo humano, los antiguos yoguis elaboraron, por un lado, técnicas para controlar la respiración y por otro, categorizaron la actividad del Prana en "aires" o "vayus". La clave para una buena salud mental y física es mantener los prana vayus equilibrados y fluyendo.

En las palabras de Charles F. Laúdes: “En sanscrito Prana es sinónimo de vida y es también el nombre de la vida-aliento que tomamos con cada inhalación. Prana es también el nombre de uno de los Cinco aires o corrientes del cuerpo, los vayus (Prana, Apana, Udyana,Samana y Vyana).

Cuando el Prana universal penetra en nuestro cuerpo físico adquiere el nombre de vayu“aire” o soplo vital que tiene a su cargo las diversas funciones del cuerpo.


Hay cinco vayus principales




Apana:


Se ubica en el área bajo el ombligo, en la zona pélvica; gobierna las funciones relacionadas con la eliminación y expulsión de desechos del cuerpo. Ya que es el encargado de las funciones excretoras (excreción, eyaculación, menstruación, etc.). Proporciona energía al intestino grueso, los riñones, el ano y los genitales. También controla el proceso de transpiración y contribuye en la exhalación expulsando el CO2 y otros gases. Su color es ahumado. Su función es limpieza del cuerpo de contaminaciones, abastecimiento de estabilización espiritual y de sueño tranquilo.

Apana significa literalmente del sánscrito, a la baja. La importancia de apana es desconocida en Occidente. Según la ciencia médica india, apana es el gran limpiador del sistema. En el proceso digestivo se liberan gases atrapados en los alimentos a través de la interacción química de los alimentos y los jugos digestivos en el intestino. Estos gases se producen en mayor cantidad cuando la comida no está bien digerida o cuando la circulación de los jugos ha sido perturbada (alimentos crudos, nueces y semillas producen más gas). Cuando esto ocurre y los gases empiezan a moverse hacia arriba en vez de hacia abajo, el sistema químico del organismo se desequilibra.

La energía dominante de apana vayu es un movimiento hacia abajo y afuera. Su energía se mueve principalmente en el abdomen inferior, desde el ombligo hasta el suelo de la pelvis.Apana es el aspecto del prana que gobierna la capacidad para expulsar o eliminar lo que no es necesario para el sistema. Al igual que con el aliento que exhalamos lo que no es necesaria después de la asimilación de la inspiración, el apana vayu es la fuerza detrás de la eliminación de los residuos en general, trabaja en los riñones, el colon, la vejiga el recto y los genitales. También es la fuerza motriz en el proceso de reproducción - que esencialmente se mueve "hacia fuera" una nueva vida en el mundo - desde la inseminación hasta el parto. El buen funcionamiento de la apana vayu es vital, si no esta en buen funcionamiento se carece de motivación y determinación, hay una sensación de pereza y aburrimiento, incluso, indecisión y confusión.

Apana vayu se asocia con el elemento de la tierra, y es la energía del 1er chakra, Muladhara, que se ocupa de tener una base sólida, segura y fiable, especialmente en asuntos fundamentales, es la sede de la sobrevivencia. Apana Vayu es en el núcleo de la pelvis, y rige desde el ombligo hasta el perineo, (correspondiente a la zona en la que practicamos Mula bandha).


Samana:

Está situado en la región entre el diafragma y el ombligo; gobierna la digestión, la asimilación y la distribución de sustancias nutritivas en el organismo. Este prana también activa el corazón y el sistema circulatorio. Su color es rojo.

Es, literalmente, "el aire de equilibrio" se mueve principalmente en la región entre el ombligo y el corazón (plexo solar), y su sede se dice que es en el ombligo. Es el poder de control del metabolismo o "fuego digestivo" y el funcionamiento de los órganos del aparato digestivo y las glándulas. Asimismo, regula la asimilación de oxígeno del aire que respiramos. También es el vayu que unifica las dos fuerzas opuestas de prana vayu y apana. Corresponde a la zona en la que practicar Uddiyana bandha.

En su trabajo con los alimentos y la digestión, es la fuerza que separa los nutrientes de las toxinas: cuando no está funcionando bien, se puede retener toxinas, lo que dificulta la respiración y provoca trastornos gástricos. En el caso de la mente, el vayu samana es el poder que nos permite discernir o separar, lo que nos permite asimilar la información en aras de la toma de decisiones. Cuando hay un trastorno, se puede ser delirante. Por esta razón, en la tradición del yoga el poder de la digestión está muy unido con el poder de la mente, en particular respecto a la discriminación y el juicio.
Equilibra los impulsos positivos y negativos de la mente. El deseo, la ira, la codicia, la infatuación y la lujuria son algunos de los impulsos negativos que rivalizan con la mente.

Un desequilibrio en el vayu samana puede conducir a trastornos de la obesidad y del aparato digestivo, así como trastornos psicológicos. La práctica del Yoga como asanas, Uddiyana bandha, mudra uddiyana, mudra Viparitakarani, entre otros, son eficaces para la regulación de anomalías en samana vayu.

Samaná vayu al estar asociado con el elemento de fuego. Se relaciona con el 3er chakra “manipura”, y cuando se desequilibra, la ardiente energía se puede utilizar para hacer valer la voluntad de uno o dominar, especialmente a través de la ira. En la tradición del yoga, la ira es el resultado directo de una combinación de deseo, el engaño y la falta de discriminación.


Prana:


Se localiza en la región del pecho, entre la laringe y la parte superior del diafragma; Absorbe el prana de la atmósfera. Las vías respiratorias son su órgano esencial. Su sede principal es el tórax, aunque también penetra por la piel y la lengua. La absorción de alimentos sólidos o líquidos dependen también de prana vayu. Su color es dorado.

El prana vayu se relaciona con la inhalación y se encuentra en los chakras superiores.

Mientras que el "Prana" es el nombre general de la fuerza vital, el prana vayu es una de sus funciones específicas. Prana vayu literalmente significa "aire hacia adelante en movimiento" y se mueve hacia adentro, hacia el centro del cuerpo. Prana vayu es la energía que recibe las cosas que entran en el cuerpo en forma de comida (comer), líquidos (agua potable) y aire (respiración), así como todas las percepciones sensoriales y experiencias mentales.

Prana es la propulsión por naturaleza y es la fuerza impulsora para todos los otrosvayus. Gobierna la región desde el diafragma a la base de la garganta, que corresponden a Jalandhara bandha. Su "sede" es el corazón, y asegura que sigue latiendo.
Se asocia con el elemento de aire y con el 4to chakra, “Anahata”. Trabaja para mantener la temperatura adecuada del cuerpo en relación con su entorno, y sostiene los órganos vitales, especialmente el corazón. Aunque como hemos dicho, su sede está en el corazón, se mueve a través del centro del cuerpo en una dirección hacia abajo desde la base de la garganta hasta el ombligo, así como desde el ombligo de nuevo hasta la garganta.


Udana (también Udyana):


Udana es "lo que lleva hacia arriba." Rige la región de la garganta y la cabeza, y está asentado en concreto en la garganta. Opera desde la laringe hacia la cabeza; gobierna el lenguaje, la expresión, la proyección, la capacidad mental y la memoria. Regula la cantidad de aire espirado y la tensión de las cuerdas vocales cuando hablamos. Controla la deglución de los alimentos. Además, es el encargado del mantenimiento de la postura erguida del cuerpo. Su color es normalmente violado azul, pero casualmente puede variar.

Udana vayu, tiene un significado especial en la práctica espiritual. Udana es el aliento de movimiento ascendente, que dirige el flujo de prana de lo inferior a los planos superiores de conciencia. Una fuerza ascendente y radiante, udana vayu es responsable de llevar la mente de la vigilia al sueño y al sueño profundo, así como a los planos superiores de existencia después de la muerte. Lleva el prana a los centros de energía de profundidad en el cerebro. A medida que el vayu se mueve a través del canal central sushumna nadi,udana se asocia con la kundalini shakti, la conciencia creativa, feliz de la iluminación.

Udana gobierna el centro de la garganta, que se manifiesta como el habla y otras expresiones refinadas, y que rige el crecimiento y el metabolismo a través de las glándulas tiroides y paratiroides. Cuando udana esta equilibrado, nos hace alegres, entusiastas, alertas, articulados, y de carácter fuerte. Udana trastornado, por el contrario, nos da tendencia a lo negativo, o exceso del habla o bien nos hacen incapaces de expresarnos. Desde el centro de la garganta controla la recepción, udana desquiciado puede dificultar la ingesta o el uso de la nutrición física, mientras que a nivel mental, nuevas ideas o experiencias puede parecer "difíciles de tragar", lo que nos deja obstinados, arrogantes e inflexibles, en otras palabras, “duros de cerviz”.

También gobierna la función muscular y la fuerza en las extremidades, así como la función sensorial de los ojos, los oídos y la nariz. Se dice que es la fuerza detrás de todo el crecimiento, nuestra capacidad de permanecer de pie, el habla, el esfuerzo, el entusiasmo y la voluntad. Mientras apana vayu se refiere a la eliminación o la energía hacia el exterior en movimiento, en general, udana vayu es la fuerza específica que expulsa el aire con la exhalación, particularmente en lo que se refiere a la expresión y a la producción de sonido. En la región de la cabeza, su función es mental y expresiva en la forma de ideas y el lenguaje. Cuando se desequilibra udana, el discurso es inconexo y no se puede hablar o expresar ideas correctamente. Los desequilibrios también puede causar dificultad para respirar y otros problemas respiratorios particularmente asociados con la garganta, que puede tener su raíz en los obstáculos a la libre expresión, o de la represión emocional. La falta de coordinación en las extremidades o pérdida de equilibrio son también signos de desequilibrio de este vayu.

La energía y el movimiento de udana es particularmente estimulado por Jalandhara Bandha. El elemento asociado a este vayu, es el éter o espacio, su chakra es el 5to, “Vishuddha”. Esta energía se mueve hacia arriba continúa a través del chakra superior, el 6to chakra “Ajna”, y el 7mo “Sahasrara”, y se purifica durante el viaje hacia arriba.


Vyana:

Prevalece en todo el cuerpo; se encarga de llevar y distribuir la energía a cada célula; controla el sistema circulatorio y nervioso. Coordina los demás vayus, y actúa como reserva. Fluye a través del esqueleto, las articulaciones, los músculos. Impregna todo el cuerpo y controla los movimientos voluntarios e involuntarios. Ayuda a mantener la postura corporal generando reflejos inconscientes a lo largo de toda la columna vertebral.

Literalmente significa "aire hacia el exterior en movimiento" y se desplaza desde el centro del cuerpo hacia la periferia. Este vayu entra en todo el cuerpo, y es la fuerza de conexión. No tiene ningún asiento específico, sino que coordina todos los poderes, como la conciencia sensorial, y se distribuye a través de la red de los 72.000 nadis o canales deprana en el cuerpo. Regula la conexión de las funciones de los nervios, venas, músculos y articulaciones y hace circular los nutrientes y la energía. Su función se asocia con el elemento de agua. Vyana vayu es fundamental para hacer que nos sintamos y funcionemos como un todo integrado.

A pesar de que rige y coordina todos los sentidos, así como el funcionamiento de todos los músculos, voluntarios e involuntarios, se siente especialmente en la piel. La piel de gallina y el sudor, y todas las distintas acciones y reacciones de la piel con el medio ambiente son manifestaciones de vyana vayu. Funciona en la "superficie" o límite exterior de su cuerpo de energía, al igual que la tensión superficial en una gota de agua, y se asocia con un sentido de límites a través del cual nos definimos e interactuamos con nuestro mundo.

Dentro del cuerpo, vyana Vayu gobierna nuestro sentido interno de la integridad de la coordinación, el equilibrio y la cohesión. Cuando se desequilibra, podemos sentirnos descoordinados y torpes. La coordinación entre la mente y el cuerpo sufre, y los propios pensamientos pueden ser desarticulados y fluctuantes. Las disfunciones en vyana Vayutambién pueden disminuir nuestra capacidad de sensación.

Junto estos cinco pranas principales, hay cinco pranas menores que se conocen como upa-pranas: naga, koorma, krikara, devadatta y dhananjaya.

Naga es el responsable del hipo y los eructos;
Koorma abre los ojos y estimula el parpadeo;
Krikara activa el hambre, la sed, los estornudos y la tos;
Devadatta induce el sueño y los bostezos; y
Dhananjaya perdura después de la muerte y es el responsable de la descomposición del cuerpo.

El estilo de vida tiene un profundo impacto en el cuerpo pranico y sus pranas o vayus. Toda actividad física -el ejercicio, el trabajo, el sueño, la ingestión de alimento y las relaciones sexuales- tiene una influencia en la distribución y el flujo del prana en el cuerpo. Y también afectan al cuerpo pránico la actividad mental, las emociones, el pensamiento y la imaginación. Las irregularidades en el estilo de vida, los desórdenes de la alimentación y el estrés drenan y obstruyen el flujo de prana, lo que resulta en lo que la gente suele llamar «estar sin energía». La reducción de energía en un prana en particular comporta una desvitalización de los órganos que gobierna, lo que puede provocar la aparición de una enfermedad o una disfunción metabólica.

Las técnicas de pranayama revierten este proceso, energizando y equilibrando los diferentes pranas del cuerpo pánico, por lo que es muy recomendable recurrir a sus prácticas e integrarlas en el programa personal.

En la práctica del yoga llamamos pranayama a la ciencia del control consciente y voluntario del prana. La práctica del pranayama despeja los canales a través de los cuales viaja esta energía por el cuerpo y además activa nuestra conciencia.

Al respirar lento, profundo y consciente podemos aprovechar al máximo la energía pránica. El resultado es que se libera la tensión, regresa la calma a la mente y se revelan el nuevo estado consciente y la comprensión, que elevan la conciencia.






jueves, 27 de marzo de 2014



LOS ÓRGANOS DEL CUERPO Y SU RELACIÓN CON LAS EMOCIONES:
de librosramtha2012


El Hígado:
Está a cargo de descomponer y de almacenar y reconstruir la materia. Si la vida de una persona se desmorona, y no puede llevar a cabo la tarea de reconstruir, entonces uno almacena sensaciones de hallarse sobrecargado, sobre-exigido, lo cual puede crear bronca, odio y resentimiento. Mucha gente de hecho están sobrecargadas por las circunstancias de sus vidas, pero el umbral difiere amplia mente y por supuesto muchas personas tienen distintas neurosis cuando se sienten sobrecargadas.

Los Pulmones:
Tienen dos funciones: inspiran la vida y expresan ideas a través del habla. Si tiene problemas con los pulmones, la expresión de uno está siendo sofocada, no se pueden expresar libremente, en algún área de su vida.
Cuando una palabra subyuga a un niño, el niño puede convertirse ya sea en una persona muy ruidosa y que siempre presiona a los demás para que justamente lo escuchen, lo cual es una sobre-estimulación de los pulmones, o nos rendimos, porque nos hallamos oprimidos y cerramos nuestra comunicación, y entonces tenemos los pulmones débiles.
Generalmente si ustedes tienen problemas con los pulmones, es porque tienen que hacerse oír, y aprender nuevas formas de comunicación. Y con respecto a sentirse oprimidos, recuerden que hay cierta gente que se siente oprimida en un segundo, uno se les acerca y ya se sienten oprimidos, eso es lo que quiero significar. Ellos están tan llenos sin poder desagotar, por eso toda la reducción del stress es una ayuda tan grande.
La meditación reduce al stress y si aprenden a hacerlo adecuadamente es muy útil, pero si lo hacen solamente un rato corto esto no consigue el efecto deseado.

El Estómago:
Se encarga de la asimilación de las experiencias, y si las personas se sienten muy sobrecargadas por que es demasiado lo que les pasa,y no pueden asimilar las cosas adecuadamente, entonces el estómago empieza a dar señales de ma funcionamiento y el resultado de una preocupación crea una rajadura entre la mente y las emociones.
Recuerden nuevamente que si sienten que es demasiado lo que pasa,aquellas personas que tienen muchos problemas simultáneos, cuando todo está sucediendo demasiado rapido y todo el tiempo, siendo ellos mismos los que están creando todo eso, ya que son patrones de conducta, entonces hay que preocuparse y cuidar el estomago

El Páncreas:
Tiene que ver con el azúcar y con la dulzura de la vida, pudiendo el mismo ser dañado por la amargura, en especial aquellas personas coléricas o muy amargadas,actualmente hay mucha gente sufriendo este problema.

Los Riñones:
Involucran emociones y son el canal procesador de agua más importante, ya que es ahí donde se almacena los temores resultantes de traumas, los cuales dañan a la vitalidad de la persona, bloquea su motivación y su entusiasmo. Cuando el temor se almacena en los riñones, el individuo se hallará incapacitado de manejar situaciones emocionales futuras.

El Bazo:
Retiene los fracasos, los deseos de muerte, apatía, y si una persona enfrenta más dificultades de las que puede soportar, uno se puede dar por vencido, uno puede creer que realmente fracasó, y pierde su voluntad para vivir, y su deseo de vivir. Se presentan problemas de circulación y digestión, pereza, porque los sentimientos se mueren, y uno tiene a intelectualizar todo, y uno siente este tipo de apatía y tierna mente lo soportamos, y como que la alimentamos. Es un problema del bazo.

Las Gónadas:
Ellos almacenan lo inconsciente, cuando uno abandona su habilidad de manejarse uno mismo, en otras palabras : pierde el autodominio y cae en las garras de las drogas o alcohol, produciéndose lastimaduras y accidentes, cuando uno pierde su propio empoderamiento, dando lugar a que energías externas puedan posesionarse de nosotros y poseernos.

Corazón:
Tiene que ver con el amor, con los sentimientos, así el daño ocasionado al corazón siempre es por la pérdida de alguna emoción o persona, cuando se resquebraja la confianza, eso nos conduce al temor,y también a la posesividad, a los celos, egoísmo, todo eso es negativo para el corazón y entonces este empieza a dar señales de alarma que debemos atender de inmediato.

La Vesícula Biliar:
Es el precursor a los problemas cardíacos, y si resulta dañado por el temor a la pérdida, y todas las tensiones resultantes de una falta de confianza en la vida empieza a presentar mal funcionamiento.
Tiene que ver con la ansiedad con respecto al futuro y acá hay que mirar el tema de la concepción, si los padres no fueron positivos cuando ustedes fueron concebidos, si el alma pasó por un momento de trauma y no fueron bienvenidos a la nueva encarnación y hay una gran desilusión del alma acerca de la forma en la que los padres se ocuparían del niño, entones hay problemas en la vesícula biliar.

Los Pechos:
Representan el aspecto nutriente de lo femenino, como así también a la sexualidad y almacenan los sentimientos de la mujer con respecto a su sexualidad y de cómo los hombres la ven.
De forma que si hay un trauma sexual, represión, resentimientos negativos respecto a las expectativas de su rol, entonces pueden surgir lesiones en el mismo.

Las Piernas:
Nos llevan hacia delante, nos sostienen, los problemas se presentan cuando la persona no ha tenido el coraje de dar un paso nuevo. Muchas veces es porque aquellas personas no han tenido el apoyo que él o ella creyó necesitar, y entonces comienza a tener problemas con sus piernas.

Las Manos:
Corresponden al dar y recibir, y el problema se desarrolla cuando una persona no se siente igual a otras o tiene sentimientos de inferioridad , y no pueden encontrar el balance justo entre el dar y el recibir. Eso tiene que ver con si usa su fuerza de voluntad o la relega en otras personas de su entorno.
Este desequilibrio se produce por un ego super desarrollado o una falta de autoestima. Puede manifestarse en forma de artrosis, artritis, descalcificacion etc.

El Cuello:
Es la parte flexible de la columna dorsal, es el balance de su voluntad con flexibilidad. Un cuello duro es una actitud rígida, la tensión se siente en el cuello cuando la propia rigidez le hace mantener a uno conceptos rígidos y esos son desafiados. Entonces se empiezan a manifestar dolencias a nivel cervical, como dolores tensionales, pico de loro, discos desviados etc.

El Pelo:
Es gobernado por el hígado de modo que la pérdida de cabello se produce por aferrarse rígidamente a la bronca o enojo. Cuando alguien impone su voluntad sobre otros para probar simplemente su punto de vista, uno sigue trayendo a la vista resentimientos pasados, o sea recordándolos. Y son cabeza duras. Pueden tener problemas con la caída de pelo.

Las Caderas:
Son los puntos de equilibrio, son energía creativa asociada con la crianza de los niños.
Es nuestra habilidad de pararnos y valernos por nosotros mismos, y la flexibilidad en las caderas, está relacionada con su sentimiento de libertad personal, y acá miramos a los adolescentes, en los cuales se producen temas acerca de su primer sentimiento de separación de los padres, de las expectativas, de su identidad sexual.
Si los adolescentes, no encuentra su propio camino, bajo las pautas de sus padres, definiéndose según sus propias emociones, vocación y sentimientos entonces las caderas no se desarrollan adecuadamente. Igualmente cuando un adulto es dominado por otras personas o persona, tal vez por el mismo sistema de vida , trabajo o grupo social. En una palabra: una persona reprimida. De modo que el deterioro de las caderas realmente surge de una culpabilidad,así que si sentimos culpa y resentimiento, porque hemos permitido que otros tomen decisiones por nuestra cuenta, y no hemos expresado nuestro poder, presentaremos deterioro en las caderas.

Las Tiroides:
Es donde almacenamos enojo, es el deseo de poder, de actitudes rígidas, cuando las tiroides no funcionan bien. Hay una calcificacion anormal en los huesos, y que puede también desarrollar una artritis y de vuelta el cuerpo rígido proviene de una mente rígida.

El Timo:
Almacena temor y gobierna nuestro sistema inmunológico de forma que el miedo hace que una persona retroceda y se achique y se puede perder la integridad en una situación, y cuando esto sucede el cuerpo permite la entrada de virus.
Cuando uno tiene un virus, hay que mirar por dónde surgió el temor en su vida, dónde uno se achicó frente a una situación, tiene que volver a esa situación e imaginarla en forma diferente y cambiarla y ello ayuda a combatir el virus.

Las Glándulas Suprarrenales:
Almacenan pena y nos lleva al complejo de víctimas, ¿peleo o me escapo? Siempre creen que hay algo ahí afuera que se va a apoderar de ellos, y los está persiguiendo.
Cuando no están dispuestos a soportar amorosamente una experiencia emocional dolorosa, esa persona reacciona como si el mundo fuera responsable por su experiencia dolorosa, y se olvida de que cada persona es responsable de su propia creación, de su vida.

La Glándula Pituitaria:
Almacena pena reprimida, porque al experimentar pena o dolor, puede ser una puerta o un portón hacia una conciencia superior, después de que los juzgamientos de las glándulas inferiores son transmutadas.
Soportando amorosamente el dolor, justamente esto permite que nosotros experimentemos la dualidad y reconciliar, y esto justo libera toda la parte del juzgamiento y ayuda a la glándula pituitaria.
La dualidad representa lo correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, lo positivo o lo negativo, a todo nivel.

La Glándula Pineal:
Necesita luz natural, de día, necesita entusiasmo y si no hay suficiente entusiasmo en su vida, la glándula pineal no funciona adecuadamente, así que tienen que salir a la naturaleza, porque la naturaleza a fin de hallar algo de luz natural, y eso realmente va a ayudar.

La Columna Vertebral:
La columna vertebral representa su voluntad, la fuerza de voluntad, es como que cuando uno no mantiene su propia visión, al enfrentarse con la presión que viene de afuera, uno puede llegar a tener ESCOLIOSIS, la distorsión de la columna, la que se tuerce porque su fuerza de voluntad se doblega.
Cuando uno utiliza la columna vertebral para hacer trabajo espiritual, nuestra fuerza de voluntad está alineada con la voluntad divina, y algunas personas lo llaman co-creación, pero realmente se trata de la columna vertebral que se abre a la Kundalini, lo cual es simplemente la parte femenina que se halla en la columna y a medida que nosotros nos damos cuenta de ello, ella también se va dando cuenta.

Los Órganos Sexuales:
Son reproducción, esto por supuesto es su habilidad de expresarse sexualmente. Puede haber una inhabilidad de recibir la parte femenina si los padres desearon un chico del sexo opuesto, puede ser que uno se enfrenta a la propia moralidad y está realizando un auto-castigo.

La Espalda:
Es lo que uno deja detrás suyo, lo que se quiere olvidar, lo que está en el fondo de nuestra mente, la parte baja de la espalda es el apoyo, y el dolor en esta parte es cuando una persona resiente al no tener el apoyo que él o ella cree que necesita, a fin de lograr algo.

La Vejiga:
Libera agua, es la expresión de manifestar exteriormente su emoción. Si la vejiga es débil, la persona siente dificultades en expresar sus sentimientos.

EL Intestino Delgado:
Es la etapa final de la digestión, es el comienzo de la absorción, provee la base para la construcción y el crecimiento, construye su personalidad, su carácter, su fuerza de voluntad, su confianza, pero más importante que todo es que refleja los estados más importantes de nuestra vida.
De modo que puede que realmente no funcionemos cuando una persona sufrió una gran vergüenza. Esa vergüenza sufrida en la primera infancia. Son muy conscientes, muy cercanas las personas, piensan que no se están acordando o pensando en ello, pero se acuerdan del colegio, la primera vez que menstruaron, los niños con quienes jugaron, algún pariente que les hizo sentir vergüenza.

El Intestino Grueso:
Tiene que ver con la materia sólida y esto nos muestra si somos capaces de lidiar bien con todos los temas materiales.
El Intestino Grueso tiene que ver totalmente con dejar ir y soltar todas las cosas que no nos sirven, y la incapacidad de dejar ir puede ser el resultado de un miedo a la pérdida. ¿Qué es lo que se pierde si se deja ir? Tienen que fijarse de vuelta en el momento de la concepción, qué es lo que formó la actitud de la personalidad de esa persona.

sábado, 22 de febrero de 2014



¿QUE ES KUNDALINI YOGA?


En Sánscrito, el idioma madre de todas las lenguas, YOGA significa UNIÓN; a su vez KUNDALINI es la energía potencial que viaja por tu columna vertebral, elevando tu conciencia. Kundal, en sánscrito, significa en sentido poético
El Rizo del Amado (Dios).

El Kundalini Yoga es el yoga de la conciencia. Esta es una ciencia y técnica ancestral que une Cuerpo, Mente y Alma. Es la energía potencial de tu conciencia, existe una capacidad dentro de cada ser humano, un potencial máximo
de realización y felicidad que es desarrollado con la práctica
de Kundalini Yoga. Esta es
considerada una de las técnicas de yoga más avanzadas, que permite experimentar los beneficios al poco tiempo de comenzada su práctica.



Beneficios de la práctica de Kundalini Yoga
- Aumento del vigor físico y mental.
- Purifica la sangre.
- Fortalece el sistema nervioso e inmunológico.
- Ayuda a la eliminación de toxinas.
- Desarrolla la concentración.
- Expande la capacidad pulmonar.
- Mejora la flexibilidad de la columna y de las articulaciones.
- Elonga y tonifica los músculos.
- Reconstruye, estimula y equilibra los distintos sistemas orgánicos del cuerpo (circulación, digestión, glandular, linfático, etc.) mejorando con ello la salud y vitalidad.
- Retarda y disminuye los efectos degenerativos propios del paso de los años.


Objetivos de la práctica de Kundalini Yoga
Su práctica está orientada a disminuir el strés, ser una ayuda para superar problemas mentales tales como depresión, ansiedad y adicciones. Aumenta la autoestima y mejora la calidad de vida como también siendo un preventivo de enfermedades físicas y psicosomáticas.

Estructura de una clase de Kundalini Yoga
La sesión de yoga dura 1 hora, aproximadamente, y consta de:
1- Kriya o Asanas: es una secuencia específica de ejercicios físicos combinados con Pranayamas (respiración), Mantras (sonidos y vibraciones que facilitan la concentración y remueven patrones negativos), Mudras (posturas de manos) y Bhandas (contracciones en puntos específicos del cuerpo).
2- Relajación: es aquí donde se asimilan todos los efectos de la serie de yoga y se liberan todas las tensiones físicas y mentales.
3- Meditación: permite purificar la mente y remover patrones negativos.


¿Quienes pueden practicar Kundalini Yoga?
Para practicar Kundalini Yoga no se requiere tener conocimientos previos de Yoga ni tampoco un buen estado físico pues este va mejorando clase a clase.
Kundalini Yoga es para todos, sin discriminar en credos, razas, edad, estado físico, etc.
Kundalini Yoga es un legado para toda la humanidad que al igual que el Sol debe iluminar a todos.

Vestimenta: Un buzo deportivo o ropa holgada para facilitar la circulación. En lo posible es preferible que la tela sea natural y de color blanco para así facilitar la integración energética de los ejercicios y no crear estática.

miércoles, 29 de enero de 2014





La Kundalini de la Tierra y la Cordillera de los Andes


En su libro “Serpiente de Luz”Drunvalo Melchizedek nos dice que la energia Kundalini de la Tierra es comparable a la del ser humano, ya que la Tierra y el cuerpo humano son casi idénticos desde el punto de vista de la energía. No sólo la kundalini es similar, sino que los campos energéticos Mer-ka-ba del planeta y del ser humano (cuerpo de luz) son exactamente iguales, a excepción de su tamaño proporcional. Cada uno de los campos geométricos electromagnéticos del Merkaba de la Tierra es idéntico al de cada uno de los seres humanos que la habita.

En las personas, la energía kundalini se origina en la base de la columna vertebral. Cuando esta energía asciende, cambia nuestra forma de ver o interpretar el mundo que nos rodea. Esta energía está relacionada con nuestro proceso de crecimiento espiritual.

La kundalini de la Tierra está conectada con el centro planetario. Tiene dos polos, uno es el centro mismo del planeta, y el otro se sitúa sobre la superficie. Se traslada por la Tierra igual que lo hace por el cuerpo humano. Es la conciencia de la Tierra misma quien decide dónde se ubicará. Cada 13.000 años la polaridad de la kundalini terrestre cambia al polo opuesto y simultáneamente, cambia su ubicación en la superficie de la Tierra. Este suceso está relacionado con el ciclo de precesión de los equinoccios.

Cuando la Tierra varía su posición con respecto al Centro Galáctico, también varía la ubicación de su kundalini. Esta energía está conectada con los corazones de toda la humanidad, da vida a la espiritualidad humana y ayuda a los seres humanos en su búsqueda de Dios.

 El “arribo” de la kundalini en su nueva ubicación, ya se produjo en el 2002.

Antiguamente tuvo su hogar en Lemuria, luego en la Atlántida, y en los últimos 2000 años estuvo en el Tibet, siendo este lugar el polo espiritual del planeta. Posteriormente fue trasladándose hacia la India, y siguió su movimiento hacia su nuevo hogar en las alturas de los Andes al norte de Chile. Esto marcará un despertar en las personas situadas en las cercanías del nuevo epicentro de reposo de la energía y envía una frecuencia a la red electromagnética que rodea al planeta. Las redes de conciencia se ven afectadas por la Madre Tierra. Finaliza un ciclo marcado por la crisis. Quienes responden a la transformación y entienden la transición sin sentir temor, conocen la clave para trascender desde una realidad a otra.  Luz espiritual femenina resultará manifiesta, y seguirá creciendo durante miles de años más.

No sólo habrá un cambio del poder espiritual del hombre a la mujer, sino también el traslado del poder espiritual desde el Tibet e India hacia Sudamérica, fundamentalmente a Chile, Perú, Bolivia y Argentina.


(del libro Serpiente de Luz, Drunvalo Melchizedek)

sábado, 31 de marzo de 2012



Ciclos del Alma

Karma:
Es la ley de causa y efecto aplicada a las acciones mentales, morales y físicas. El ego nos apega y nos identifica con objetos, sentimientos y pensamientos. Estos apegos crean una predisposición hacia ciertas líneas de acción. En lugar de actuar, reaccionamos. Los karmas son las condiciones requeridas para equilibrar o completar estas tendencias.

Dharma:
Es el camino de la vida por encima de la rueda del karma, alineado con nuestra alma y destino, y en el que todas nuestras acciones están dirigidas hacia el infinito. Es acción sin reacción o karma.

La Reencarnación:
Es el ciclo de nacimiento y muerte incitado por el karma. Nuestros pensamientos y acciones crean causas que deben ser completadas, lo cual crea nuestra siguiente encarnación.

La Liberación:
Es la emancipación del ciclo de nacimiento y muerte. Cuando nuestras acciones ya no crean karma, cuando vivimos en el dharma en lugar del karma, se dice que somos liberados.

Cada causa tiene su efecto. El efecto nunca puede suceder sin una causa, las consecuencias nunca sucederán sin una secuencia. Si una persona puede ser lo suficientemente consciente para reconocer la tendencia de las secuencias, puede controlar las consecuencias.










viernes, 2 de marzo de 2012



Pranayama: respiración lunar


Es importante tener en cuenta el poder de la respiración y saber que adquirir maestría sobre la misma es fundamental para mejorar tu calidad de vida.
Se llama Pranayama a la ciencia de la respiración, el control del movimiento del prana (fuerza vital) por medio del uso de técnicas de respiración.

A pesar de que la respiración es un acto involuntario, también podemos hacer de ella un acto consciente y utilizarla en determinadas ocasiones para obtener beneficios sobre nuestra salud física y mental.

Existen varias técnicas respiratorias, esta vez nos centraremos  en una, la respiración por la fosa nasal izquierda o respiración lunar.
A través del mecanismo de cerrar una de las fosas nasales tenemos una amplia gama de posibilidades para controlar nuestra energía y estados de ánimo.

Primero vamos a ver cómo se relaciona la respiración lunar con los hemisferios del cerebro y sus funciones.

Hemisferio cerebral derecho
El cerebro está constituido por dos hemisferios, el izquierdo y el derecho, separados entre sí pero unidos por una estructura denominada cuerpo calloso que los conecta. Cada uno de los hemisferios cerebrales está especializado en funciones diferentes, cada mitad tiene su propia forma de conocimiento, su propia manera de percibir la realidad externa, incluso podríamos decir que poseen su propia personalidad, siendo ambas mitades complementarias una de la otra.
Además, la relación entre los dos hemisferios y el resto del cuerpo es inversa. Así, el hemisferio derecho se encarga de coordinar el movimiento de la parte izquierda de nuestro cuerpo, y el hemisferio izquierdo coordina la parte derecha.




Cualidades del hemisferio derecho del cerebro Cuando respiramos sólo por la fosa nasal izquierda estamos afectando al hemisferio derecho del cerebro el cual está especializado en sensaciones, sentimientos, y habilidades especiales, visuales y sonoras como las artísticas y musicales. Se encarga de la intuición, de la imaginación y de la creatividad. También de la orientación en el espacio. Este hemisferio nos conecta con el todo, con el universo.



Respiración lunar
Además, la respiración por la fosa nasal izquierda está asociada con la energía lunar que es refrescante y receptiva. Es una respiración que calma, crea empatía y sensibilidad, introduce la energía que expande la mente, la energía relajante y tranquilizadora de la luna. Está relacionada con el Ida, uno de los canales por los que fluye el prana y que es fundamental para el despertar de la kundalini.

Como ves, la respiración lunar te puede traer muchos beneficios, ¡ahora sólo te queda ponerla en práctica!.
Busca un lugar tranquilo, siéntate en una postura cómoda con la columna erguida. Cierra los ojos y lleva tu atención al tercer ojo, el punto situado entre las cejas. Coloca el dedo pulgar de tu mano derecha en el orificio nasal derecho, taponándolo por completo. Comienza una respiración lenta y profunda por la fosa nasal izquierda sin perder la concentración y sintiendo los cambios sutiles que comienzan a producirse en tu interior.
Continúa durante 2 ó 3 minutos como mínimo. Intenta aumentar cada día un poco más el tiempo. Si te apetece, puedes escribir una especie de diario en el que anotes tus sensaciones después de realizar este ejercicio. Será una meditación estupenda.

domingo, 25 de septiembre de 2011

ECKHART TOLLE – Extracto de sus mejores ideas: EL EGO



ECKHART TOLLEEL EGO: EL ESTADO ACTUAL

DE LA HUMANIDAD

Las palabras, ya sean vocalizadas y convertidas en sonido o formuladas silenciosamente en los pensamientos, pueden ejercer un efecto prácticamente hipnótico sobre la persona. Es fácil perdernos en ellas, dejarnos arrastrar por la idea implícita de que el simple hecho de haberle atribuido una palabra a algo equivale a saber lo que ese algo es. La realidad es que no sabemos lo que ese algo es. Solamente hemos ocultado el misterio detrás de un rótu­lo. En últimas, todo escapa al conocimiento: un ave, un árbol, hasta una simple piedra, y sin duda alguna el ser humano. Esto se debe a la profundidad inconmensurable de todas las cosas. Todo aquello que podemos percibir, experimentar o pensar es apenas la capa superficial de la realidad, menos que la punta de un témpano de hielo.

Debajo de la superficie no solamente todo está conectado entre sí, sino que también está conectado con la Fuente de la vida de la cual provino. Hasta una piedra, aunque más fácilmente lo harían una flor o un pájaro, podría mostrarnos el camino de regreso a Dios, a la Fuente, a nuestro propio ser. Cuando observamos o sostenemos una flor o un pájaro y le permitimos ser sin imponerle un sustantivo o una etiqueta mental, se despierta dentro de nosotros una sensación de asombro, de admiración. Su esencia se comunica calladamente con nosotros y nos permite ver, como en un espejo, el reflejo de nuestra propia esencia. Esto es lo que sienten los grandes artistas y logran transmitir a través de sus obras. Van Gogh no dijo: “Esa es sólo una silla vieja”. La observó una y otra vez. Percibió la calidad del ser de la silla. Y entonces se sentó ante el lienzo y tomó el pincel. La silla se habría vendido por unos cuantos dólares. La pintura de esa misma silla se ven­dería hoy por más de $25.000 millones.

Cuando nos abstenemos de tapar el mundo con palabras y rótulos, recuperamos ese sentido de lo milagroso que la humani­dad perdió hace mucho tiempo, cuando en lugar de servirse del pensamiento, se sometió a él. La profundidad retorna a nuestra vida. Las cosas recuperan su frescura y novedad. Y el mayor de los milagros es la experiencia de nuestro ser esencial anterior a las palabras, los pensamientos, los rótulos mentales y las imágenes. Para que esto suceda debemos liberar a nuestro Ser, nuestra sen­sación de Existir, del abrazo sofocante de todas las cosas con las cuales se ha confundido e identificado. Es de ese proceso de liberación del que trata este libro.

Mientras más atentos estamos a atribuir rótulos verbales a las cosas, a las personas o a las situaciones, más superficial e inerte se hace la realidad y más muertos nos sentimos frente a la rea­lidad, a ese milagro de la vida que se despliega continuamente en nuestro interior y a nuestro alrededor. Ese puede ser un camino para adquirir astucia, pero a expensas de la sabiduría que se esfuma junto con la alegría, el amor, la creatividad y la vivacidad. Estos se ocultan en el espacio quieto entre la percepción y la interpretación. Claro está que las palabras y los pensamientos tienen su propia belleza y debemos utilizarlos, pero ¿es preciso que nos dejemos aprisionar en ellos?

Las palabras buscan reducir la realidad a algo que pueda estar al alcance de la mente humana, lo cual no es mucho. El lenguaje consta de cinco sonidos básicos producidos por las cuerdas vocales.Son las vocales “a, e, i, o, u”. Los otros sonidos son las consonan­tes producidas por la presión del aire: “s, f, g”, etcétera. ¿Es po­sible creer que alguna combinación de esos sonidos básicos podría explicar algún día lo que somos o el propósito último del univer­so, o la esencia profunda de un árbol o de una roca?

LA ILUSIÓN DEL SER

La palabra “yo” encierra a la vez el mayor error y la verdad más profunda, dependiendo de la forma como se utilice. En su uso convencional, no solamente es una de las palabras utilizadas más frecuentemente en el lenguaje (junto con otras afines como: “mío” y “mi”), sino también una de las más engañosas. Según la utilizamos en la cotidianidad, la palabra “yo” encierra el error pri­mordial,una percepción equivocada de lo que somos, un falso sentido de identidad. Ese es el ego. Ese sentido ilusorio del ser es lo que Albert Einstein, con su percepción profunda no solamente de la realidad del espacio y el tiempo sino de la naturaleza huma­na, denominó “ilusión óptica de la conciencia”. Esa ilusión del ser se convierte entonces en la base de todas las demás interpretacio­nes o, mejor aún, nociones erradas de la realidad, de todos los procesos de pensamiento, las interacciones y las relaciones. La realidad se convierte en un reflejo de la ilusión original.

La buena noticia es que cuando logramos reconocer la ilusión por lo que es, ésta se desvanece. La ilusión llega a su fin cuando la reconocemos. Cuando vemos lo que no somos, la realidad de lo que somos emerge espontáneamente. Esto es lo que sucederá a medida que usted lee lenta y cuidadosamente este capítulo y el siguiente, los cuales tratan sobre la mecánica del falso yo al cual llamamos ego. Así, ¿cuál es la naturaleza de este falso ser?

Cuando hablamos de “yo” generalmente no nos referimos a lo que somos. Por un acto monstruoso de reduccionismo, la pro­fundidad infinita de lo que somos se confunde con el sonido emitido por las cuerdas vocales o con el pensamiento del yo que tengamos en nuestra mente y lo que sea con lo cual éste se identifique. ¿Entonces a qué se refieren normalmente el yo, el mi y lo mío?

Cuando un bebé aprende que una secuencia de sonidos emi­tidos por las cuerdas vocales de sus padres corresponde a su nom­bre, el niño comienza a asociar la palabra, la cual se convierte en pensamiento en su mente, con lo que él es. En esa etapa, algunos niños se refieren a sí mismos en tercera persona. Felipe tiene hambre”. Poco después aprenden la palabra mágica “yo” y la asocian directamente con su nombre, el cual ya corresponde en su mente a lo que son. Entonces se producen otros pensamientos que se fusionan con ese pensamiento original del “yo”. El paso si­guiente son las ideas de lo que es mío para designar aquellas cosas que son parte del yo de alguna manera. Así sucede la identifica­ción con los objetos, lo cual implica atribuir a las cosas (y en últimas a los pensamientos que representan esas cosas) un sentido de ser, derivando así una identidad a partir de ellas. Cuando se daña o me quitan mi juguete, me embarga un sufrimiento intenso, no porque el juguete tenga algún valor intrínseco (el niño no tarda en perder interés en él y después será reemplazado por otros juguetes y objetos) sino por la idea de lo mío. El juguete se convirtió en parte del sentido del ser, del yo del niño.

Sucede lo mismo a medida que crece el niño, el pensamiento original del “yo” atrae a otros pensamientos: viene la identifica­ción con el género, las pertenencias, la percepción del cuerpo, la nacionalidad, la raza, la religión, la profesión. El Yo también se identifica con otras cosas como las funciones (madre, padre, espo­so, esposa, etcétera), el conocimiento adquirido, las opiniones, los gustos y disgustos, y también con las cosas que me pasaron a “mí” en el pasado, el recuerdo de las cuales son pensamientos que contribuyen a definir aún más mi sentido del ser como “yo y mi historia”. Estas son apenas algunas de las cosas de las cuales de­rivamos nuestra identidad. En últimas no son más que pensa­mientos sostenidos precariamente por el hecho de que todos com­parten la misma noción del ser. Esta interpretación mental es a la que normalmente nos referimos cuando decimos “yo”. Para ser más exactos, la mayoría de las veces no somos nosotros quienes hablamos cuando decimos y pensamos el “Yo”, sino algún aspec­to de la interpretación mental, del ser egotista. Una vez acaecido el despertar continuamos hablando de “yo”, pero con una noción emanada de un plano mucho más profundo de nuestro ser inte­rior.

La mayoría de las personas continúa identificándose con el torrente incesante de la mente, el pensamiento compulsivo, prin­cipalmente repetitivo y banal. No hay un yo aparte de los proce­sos de pensamiento y de las emociones que los acompañan. Eso es lo que significa vivir en la inconciencia espiritual. Cuando se les dice que tienen una voz en la cabeza que no calla nunca, pregun­tan, “¿cuál voz?” o la niegan airadamente, obviamente con esa voz, desde quien piensa, desde la mente no observada. A esa voz casi podría considerársela como la entidad que ha tomado pose­sión de las personas.

Algunas personas nunca olvidan la primera vez que dejaron de identificarse con sus pensamientos y experimentaron brevemente el cambio, cuando dejaron de ser el contenido de su mente para ser la conciencia de fondo. Para otras personas sucede de una manera tan sutil que casi no la notan, o apenas perciben una corriente de alegría o paz interior, sin comprender la razón.

LA VOZ DE LA MENTE

En mi caso, ese primer destello de conciencia se manifestó siendo estudiante de primer año en la Universidad de Londres. Solía tomar el metro dos veces a la semana para ir a la biblioteca de la universidad, generalmente a eso de las nueve de la mañana, terminando la hora de la congestión. Una vez me senté al frente de una mujer de unos treinta años. La había visto otras veces en el mismo tren. Era imposible no fijarse en ella. Aunque el tren estaba lleno, nadie ocupaba los dos asientos al lado de ella, sin duda porque parecía demente. Se veía extremadamente tensa y hablaba sola sin parar, en tono fuerte y airado. Iba tan absorta en sus pensamientos que, al parecer, no se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Llevaba la cabeza inclinada hacia abajo y ligeramente hacia la izquierda, como si conversara con alguien que estuviera en el asiento vacío de al lado. Aunque no recuerdo el contenido exacto de su monólogo, era algo así: “Y entonces ella me dijo… y yo le contesté que era una mentirosa y cómo te atreves a acusarme… cuando eres tú quien siempre se ha aprove­chado de mi… Confié en ti y tú traicionaste mi confianza…”. Tenía el tono airado de alguien a quien se ha ofendido y que necesita defender su posición para no ser aniquilado.

Cuando el tren se aproximaba a la estación de Tottenham Court Road, se puso de pie y se dirigió a la puerta sin dejar de pronunciar el torrente incesante de palabras que salían de su boca. Como era también mi parada, me bajé del tren detrás de ella. Ya en la calle comenzó a caminar hacia Bedford Square, todavía inmersa en su diálogo imaginario, acusando y afirmando rabiosamente su posición. Lleno de curiosidad, la seguí mientras conti­nuó en la misma dirección en la que yo debía ir. Aunque iba absorta en su diálogo imaginario, aparentemente sabía cuál era su destino. No tardamos en llegar a la estructura imponente de Senate House, un edificio de los años 30 en el cual se alojaban las oficinas administrativas y la biblioteca de la Universidad. Sentí un estre­mecimiento. ¿Era posible que nos dirigiéramos para el mismo sitio? Exactamente, era hacia allá que se dirigía. ¿Era profesora, estudiante, oficinista, bibliotecaria? Iba a unos veinte pasos de distancia de tal manera que cuando rebasé la puerta del edificio (el cual fue, irónicamente, la sede de la “Policía de la mente” en la versión cinematográfica de 1984, la novela de George Orwell), había desaparecido dentro de uno de los ascensores.

Me sentí desconcertado con lo que venía de presenciar. A mis 25 años sentía que era un estudiante maduro en proceso de convertirme en intelectual y estaba convencido de poder dilucidar todos los dilemas de la existencia humana a través del intelecto, es decir, a través del pensamiento. No me había dado cuenta de que pensar inconscientemente es el principal dilema de la existencia humana. Pensaba que los profesores eran sabios poseedores de todas las respuestas y que la Universidad era el templo del conocimiento. ¿Cómo podía una demente como ella formar parte de eso? Seguía pensando en ella cuando entré al cuarto de baño antes de dirigirme a la biblioteca. Mientras me lavaba las manos, pensé, “Espero no terminar como ella”. El hombre que estaba a mi lado me miró por un instante y me sobresalté al darme cuenta de que no había pensado las palabras sino que las había pronunciado en voz alta. Por Dios, ya estoy como ella”, pensé. ¿Acaso no estaba tan activa mi mente como la de ella? Las diferencias entre los dos eran mínimas. La emoción predominante era la ira, mientras que en mi caso era principalmente la ansiedad. Ella pensaba en voz alta. Yo pensaba, principalmente, dentro de mi cabeza. Si ella estaba loca, entonces todos estábamos locos, incluido yo mismo. Las diferencias eran solamente cuestión de grado.

Por un momento pude distanciarme de mi mente y verla, como quien dice, desde una perspectiva más profunda. Hubo un paso breve del pensamiento a la conciencia. Continuaba en el cuarto de baño, ya solo, y me miraba en el espejo. En ese momen­to en que pude separarme de mi mente, solté la risa. Pudo haber sonado como la risa de un loco, pero era la risa de la cordura, la risa del Buda del vientre grande. “La vida no es tan seria como la mente pretende hacérmelo creer”, parecía ser el mensaje de la risa. Pero fue solamente un destello que se olvidaría rápidamente. Pasaría los siguientes tres años de mi vida en un estado de angus­tia y depresión, completamente identificado con mi mente. Tuve que llegar casi hasta el suicidio para que regresara la conciencia y, en esa ocasión, no fue apenas un destello. Me liberé del pensa­miento compulsivo y del yo falso ideado por la mente.

El incidente que acabo de narrar no solamente fue mi primer destello de conciencia, sino que también sembró en mi la duda acerca de la validez absoluta del intelecto humano. Unos meses más tarde sucedió una tragedia que acrecentó mis dudas. Un lunes llegamos temprano en la mañana para asistir a la conferencia de un profesor al que admiraba profundamente, sólo para enterarnos de que se había suicidado de un disparo durante el fin de semana. Quedé anonadado. Era un profesor muy respetado, quien parecía tener todas las respuestas. Sin embargo, yo todavía no conocía ninguna otra alternativa que no fuera cultivar el pensamiento. Todavía no me daba cuenta de que pensar es solamente un aspec­to minúsculo de la conciencia y tampoco sabía nada sobre el ego y menos aún sobre la posibilidad de detectarlo en mi interior.

CONTENIDO Y ESTRUCTURA DEL EGO

La mente egotista está completamente condicionada por el pasado. Su condicionamiento es doble y consta de contenido y estructura.

Para el niño que llora amargamente porque ya no tiene su juguete, éste representa el contenido. Es intercambiable con cualquier otro contenido, otro juguete u objeto. El contenido con el cual nos identificamos está condicionado por el entorno, la crianza y la cultura que nos rodea. El hecho de que sea un niño rico o
pobre, o que el juguete sea un trozo de madera en forma de animal o un aparato electrónico sofisticado no tiene importancia en lo que se refiere al sufrimiento provocado por su pérdida. La razón por la que se produce ese sufrimiento agudo está oculta en la palabra “mío” y es estructural. La compulsión inconsciente de promover nuestra identidad a través de la asociación con un objeto es parte integral de la estructura misma de la mente egotista.

Una de las estructuras mentales básicas a través de la cual entra en existencia el ego es la identificación. El vocablo “identificación” viene del latín “ídem” que significa “igual” y “facere” que significa “hacer”. Así, cuando nos identificamos con algo, lo hacemos igual. ¿Igual a qué? Igual al yo. Dotamos a ese algo de
un sentido de ser, de tal manera que se convierte en parte de nuestra “identidad”. En uno de los niveles más básicos de iden­tificación están las cosas: el juguete se convierte después en el automóvil, la casa, la ropa, etcétera. Tratamos de hallarnos en las cosas pero nunca lo logramos del todo y terminamos perdiéndo­nos en ellas. Ese es el destino del ego.

LA IDENTIFICACIÓN CON LAS COSAS

Quienes trabajan en la industria de la publicidad saben muy bien que para vender cosas que las personas realmente no necesitan deben convencerlas de que esas cosas aportarán algo a la forma como se ven a sí mismas o como las perciben los demás, en otras palabras, que agregarán a su sentido del ser. Lo hacen, por ejemplo, afirmando que podremos sobresalir entre la multitud utilizando el producto en cuestión y, por ende, que estaremos más completos. O crean la asociación mental entre el producto y un personaje famoso o una persona joven, atractiva o aparentemente feliz. Hasta las fotografías de las celebridades ancianas o fallecidas cuando estaban en la cima de sus carreras cumplen bien con ese propósito. El supuesto tácito es que al comprar el producto llegamos, gracias a un acto mágico de apropiación, a ser como ellos o, más bien, como su imagen superficial. Por tanto, en muchos casos no compramos un producto sino un “refuerzo para nuestra identidad”. Las etiquetas de los diseñadores son principalmente identidades colectivas a las cuales nos afiliamos. Son costosas y, por tanto, “exclusivas”. Si estuvieran al alcance de todo el mundo, perderían su valor psico­lógico y nos quedaríamos solamente con su valor material, el cual seguramente equivale a una fracción del precio pagado.

Las cosas con las cuales nos identificamos varían de una per­sona a otra de acuerdo con la edad, el género, los ingresos, la clase social, la moda, la cultura, etcétera. Aquello con lo cual nos iden­tificamos tiene relación con el contenido; por otra parte, la com­pulsión inconsciente por identificarse es estructural. Esta es una de las formas más elementales como opera la mente egotista.

Paradójicamente, lo que sostiene a la llamada sociedad de consumo es el hecho mismo de que el intento por reconocernos en las cosas no funciona: la satisfacción del ego dura poco y en­tonces continuamos con la búsqueda y seguimos comprando y consumiendo.

Claro está que en esta dimensión física en la cual habita nuestro ser superficial, las cosas son necesarias y son parte inevitable de la vida. Necesitamos vivienda, ropa, muebles, herramientas, transporte. Quizás haya también cosas que valoramos por su belleza o sus cualidades inherentes. Debemos honrar el mundo de las cosas en lugar de despreciarlo. Cada cosa tiene una cualidad de Ser, es una forma temporal originada dentro de la Vida Única informe fuente de todas las cosas, todos los cuerpos y todas las formas. En la mayoría de las culturas antiguas se creía que todas las cosas, hasta los objetos inanimados, alojaban un espíritu y, en este sen­tido, estaban más cerca de la verdad que nosotros. Cuando se vive en un mundo aletargado por la abstracción mental, no se percibe la vida del universo. La mayoría de las personas no viven en una realidad viva sino conceptualizada.

Pero no podemos honrar realmente las cosas si las utilizamos para fortalecer nuestro ser, es decir, si tratamos de encontrarnos a través de ellas. Eso es exactamente lo que hace el ego. La iden­tificación del ego con las cosas da lugar al apego y la obsesión, los cuales crean a su vez la sociedad de consumo y las estructuras económicas donde la única medida de progreso es tener siempre más. El deseo incontrolado de tener más, de crecer incesantemente, es una disfunción y una enfermedad. Es la misma disfunción que manifiestan las células cancerosas cuya única finalidad es multiplicarse sin darse cuenta de que están provocando su propia destrucción al destruir al organismo del cual forman parte. Algu­nos economistas están tan apegados a la noción de crecimiento que no pueden soltar la palabra y entonces hablan de “crecimien­to negativo” para referirse a la recesión.

Muchas personas agotan buena parte de su vida en la preocu­pación obsesiva por las cosas. Es por eso que uno de los males de nuestros tiempos es la proliferación de los objetos. Cuando perdemos la capacidad de sentir esa vida que somos, lo más probable es que tratemos de llenar la vida con cosas. A manera de práctica espiritual, le sugiero investigar su relación con el mundo de las cosas observándose a si mismo y, en particular, observando las cosas designadas con la palabra “mi”. Debe mantenerse alerta y ver honestamente si su sentido de valía está ligado a sus posesio­nes. ¿Hay cosas que inducen una sensación sutil de importancia o superioridad? ¿Acaso la falta de esas cosas le hace sentir inferior a otras personas que poseen más que usted? ¿Menciona casualmente las cosas que posee o hace alarde de ellas para aparecer superior a los ojos de otra persona y, a través de ella, a sus pro­pios ojos? ¿Siente ira o resentimiento cuando alguien tiene más que usted o cuando pierde un bien preciado?

Kundalini Yoga en Primavera

El Equinoccio de primavera representa el despertar de la tierra después del reposo invernal. Un renacimiento que nos recarga de vitalidad.  ...